Si estás pensando en acudir a terapia probablemente has alcanzado un nivel de estrés interno lo suficientemente profundo. Seguramente vives en un mar de emociones que te mantienen atrapado en el mismo punto y, a pesar de tener recursos personales que en ocasiones normales te permiten manejarse con normalidad, te sientes incapaz de resolver pequeñas cosas. Esta situación que estás viviendo te causa sufrimiento y angustia, despierta tus miedos y en ocasiones desaparecen las ganas de vivir.
Las emociones, pensamientos y sensaciones físicas forman parte intrínseca del ser humano. No podemos hacer que desaparezcan, sin embargo, somos capaces de aprender a manejarlas y conseguir que nos afecten de la menor manera posible.
El objetivo de la terapia es desarrollar nuevas estrategias de cambio poder vivir con autonomía. Se trata de aprender a manejar adecuadamente las emociones y pensamientos, adquirir confianza en uno mismo y lograr el equilibrio emocional. El trabajo psicológico supone un proceso de interiorización que implica la aceptación y el descubrimiento del cambio personal.
En las sesiones encontrarás un ambiente seguro, de respeto y confidencialidad, donde podrás expresarte tal cuál eres. Cada caso es un mundo y por ello cada persona recibe un tratamiento individualizado.